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Congreso Nacional O.F.S. 2022 - EL PARDO.

 CONGRESO NACIONAL O.F.S. 2022 

EL PARDO.




FRAY ALFONSO - CONGRESO EL PARDO OFS 2022 - LA TERCERA ORDEN REGULAR DE SAN FRANCISCO EN ESPAÑA - pdf


FRAY JAVIER ROJO - PRESENTACIÓN OFS 2022 - pptx

FRAY VALENTÍN - HACIA DONDE CAMINA LA OFS DE ESPAÑA - pdf

HORA SANTA ANTE EL CRUCIFIJO DE SAN DAMIÁN - pdf

NOEMÍ PAOLA RICCARDI, OFS - CONGRESO NACIONAL SÍNTESIS - pdf

TIBOR KAUSER, OFS - 2022 SPAIN PRESENTATION_ES - pdf





















Santa Isabel 2022.

 «... AMB UN ‘TE DEUM’ LI DIUS AL CEL:
GRÀCIES DE TANTA TRIBULACIÓ»...

  

Lluís Salas, ofs

 

La tradició d’honorar a Santa Elisabet pels terciaris franciscans ha constituït l’entramat mental i estructural de l’OFS, d’ençà que fou canonitzada el 27 de maig de 1235 pel papa Gregori IX, a Perusa. El seu culte va arrelar ràpidament a la família franciscana i el Tercer Orde la va acollir com un dels seus. Isabel continua inspirant-nos als franciscans, amb el seu exemple d’oració, de conversió contínua, d’humilitat, i de pobresa. Ella ens inspira a reconèixer i honorar Jesucrist, en els pobres d’aquest món.

Per tot plegat, a la nostra Fraternitat vam considerar que seria força interessant compartir aquesta joia nostra amb els germans i germanes de la parròquia i, amb el recolzament absolut dels nostres germans Conventuals, vam organitzar la Setmana del Franciscà Seglar, tot aprofitant el Tridu a Santa Isabel. Així, a les homilies de les Eucaristies dels dies 17, 18 i 19 de novembre, germans i germanes del nostre Orde ens van llegir la vida de Santa Elisabet d’Hongria.

En acabar les misses dels dies 17 i 18 vam convidar els feligresos a la sala d’actes del convent on, el dia 17, el nostre ministre Javier Conejo els va comentar la projecció d’un audiovisual al voltant de la vida de Santa Isabel i, el dia 18, el nostre mestre de formació Fernando Llanillo els va dissertar al voltant del que és l’Orde Franciscà Secular, tot finalitzant amb uns interessants comentaris i preguntes dels assistents, que va fer que sortissin molt més ben informats de l’entorn social de l’època de Sant Francesc, Santa Clara i Santa Elisabet, que va generar la creació dels Ordes Franciscans, i de l’evolució del Tercer Orde, l’actual OFS.




El dissabte 19, a la mateixa església i al davant del crucifix de Sant Damià, vam celebrar l’Hora Santa. Amb el títol de "Isabel Contemplativa, Isabel Misericordiosa", cadascú de nosaltres vam experimentar una emotiva introspecció, amb l’ajut d’una música adequada, mentre se’ns anava fent pensaments i qüestionaments, a partir d’aquesta oració: 


"Oh alto y glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón.
dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para cumplir tu santo y veraz mandamiento".
 


I un any més, li diem a la nostra patrona: 


«Noble princesa, glòria d'Hongria,
mare i patrona santa Isabel,
guarda al teu Orde que en tu confia
i sent els precs del poble fidel,
mare i patrona santa Isabel.
 
Tu no et queixes amb aflicció
en ser foragitada de la teva mansió,
amb un Te Deum li dius al cel:
gràcies de tanta tribulació.
 
Tu fomentaves tot allò sant,
va ser tan virtuosa ta joventut
que sant Francesc et va donar el seu mantell
per a donar més ales a la teva virtut.
 
Quantes misèries tu vas socórrer!
ànima inflamada de caritat
també ara dóna al món trist
la seva franciscana felicitat».




Formación: Acompañar para vivir · La figura del acompañante espiritual

 Formación: Acompañar para vivir.

LA FIGURA DEL ACOMPAÑANTE ESPIRITUAL.

 

Francisco Javier Conejo Salvador, OFS

 

En unos de los encuentros de formación organizados por la Comisión de formación nacional, Fray Buiza habló del acompañante espiritual, que podría ser el asistente espiritual, o el maestro de formación o un hermano profeso de la fraternidad. Y el candidato a este acompañamiento podría ser cualquier hermano profeso que lo pidiera de la fraternidad local.

Creo que es un tema interesante, pero que por el momento, como tantos otros temas interesantes que se proponen a las fraternidades, duermen el sueño de los justos.

En los próximos boletines de la OFS de Cataluña me propongo profundizar en este tema. En este boletín del mes de noviembre mi propuesta es hacer una introducción al tema.

La preocupación por la vida espiritual ha sido una constante en la vida de la Iglesia, ha adquirido formas distintas a lo largo de la historia, ha padecido crisis más o menos profundas y se está recuperando con fuerza en las últimas décadas. La visión teológica del Vaticano II, al tiempo que puso en crisis la clásica dirección espiritual, también facilitó las bases del nuevo planteamiento del acompañamiento espiritual.

La formulación de la catequesis como itinerario de fe, el aporte de las ciencias psicopedagógicas y la necesidad de personalizar la fe ante los retos del mundo contemporáneo han contribuido al interés por el diálogo espiritual. En consecuencia, el papel del catequista y del animador de grupos o comunidades cristianas, o del formador en los movimientos eclesiales, sobre todo si están en procesos básicos de iniciación o formación, tiene unos perfiles nuevos, entre los que destaca la preocupación personal por cada componente y su crecimiento en la fe.

En la actualidad, cada día cobra más vigor la concepción de la persona como un todo dinámico, formado por los componentes de la personalidad, los cambios psicológicos y las influencias del entorno socio-cultural. El conjunto de la existencia humana se entiende como un proceso en el que el éxito conlleva superar no pocas dificultades; además nadie puede suplantar a la persona en la difícil y apasionante tarea de hacerse cargo de su vida. (ni siquiera el Espíritu Santo puede suplir este ejercicio de libertad).

El acompañamiento espiritual puede ayudar a tomar conciencia y a buscar salidas, pero sólo el interesado puede responder desde sí mismo a su propia maduración, a la voluntad de Dios y a los retos que desde fuera le llegan. Este cambio de enfoque en la dirección espiritual está avalado por múltiples estudios desde diferentes puntos de vista y por la experiencia eclesial de muchas personas y grupos.

En la vida de todo creyente hay un antes y un después, - un vivir la fe “por inercia” - a no poder vivir ya la vida sin la fe. Esto que debería ocurrir en todo creyente, y seguro que ocurre, otra cosa es que no nos demos cuenta… estamos tan entretenido en las “cosas de Dios” y no “en Dios” (Cardenal Van tu Han) que ni nos damos cuenta, pero Francisco si, Francisco, si se dio cuenta. Francisco de Asís es, en primer lugar, un itinerario viviente, dinámico: el itinerario de la Fe. Su aventura humana y espiritual es la de un creyente que, súbitamente, toma en serio su Fe. Pasar de una religión, tan bien «asimilada» y «aseptizada» que ya no molesta a nadie, al riesgo de la Fe, no es algo trivial. Esto es lo que le aconteció a Francisco.

Estamos en el año 1204-5. ¡Tiene 25 años! Rico, hábil en los negocios, de compañía y conversación agradables, posee todo lo necesario para seducir, triunfar y deslumbrar. Y no se priva de ello. Fácilmente excéntrico, le gusta hacerse notar. Ambicioso, sueña con asir la vida a manos llenas. Los honores militares, la gloria y la celebridad asedian su mente. Pero el ensueño de Dios sobre el hombre es aún mayor. Algunos fracasos, un año de cárcel, un año de enfermedad le golpean duramente. Su descompás choca con la realidad. Sus sueños se cuartean. ¿Tras qué corro? Un gran vacío se apodera de él. Tiene sed de otra cosa. Pero, ¿de qué? ¡La Fe es, en primer lugar, una pregunta! El Espíritu lo deja insatisfecho de sí mismo. La carrera militar y el negocio pierden atractivo. Toma distancias. Su ambición se interioriza. Y es cuando se dejó sentir en su alma el poder de una penetrante voz que le decía: "Francisco, ¿quién podrá darte mayores grandezas y favores, el Señor o el esclavo?". "El Señor", respondió prontamente Francisco. "Pues, entonces, ¿por qué dejas al Señor por el siervo y al príncipe por sus vasallos?". Comprendió Francisco que era Dios quien le hablaba, y exclamó como Saulo en ocasión parecida: "Señor, ¿qué queréis que haga?". Y empieza el combate de la Fe, que le marcará de por vida. «Lleno de un nuevo y singular espíritu, oraba en lo íntimo a su Padre... Sostenía en su alma tremenda lucha... uno tras otro se sucedían en su mente los más varios pensamientos» (1Cel 6). ¡Pasar de las ambiciones personales al Proyecto de Dios... no es cosa fácil!: - Presiente un nuevo camino de libertad, una nueva dirección capaz de saciar su hambre de vida..., - pero el hombre teme siempre perder sus «proyectos» inmediatos para entrar en el futuro de Dios. - Francisco descubre que la Fe es una tenue luz en la noche. Renunciar a guiar la propia vida uno solo, a fin de abandonarse al querer de Dios, entrar en su Proyecto de amor para con nosotros..., eso es el misterio de la Fe. Francisco ilustra esa apuesta de la Fe.

 

- ARTICLE ESCRIT PER FRANCISCO JAVIER CONEJO, OFS,
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SECULAR DE CATALUNYA.
ANY 27 – NOVEMBRE 2022 - NÚM. 260.

DE LA TOF A LA OFS.

 DE LA TOF A LA OFS

Fra Julián Pascual, ofmconv

 

El Concilio Vaticano II, supuso un gran impulso en la renovación de la iglesia. Sus documentos no sólo mostraron una nueva imagen y misión de la Iglesia, si no que sirvieron de acicate para la renovación profunda de todas las entidades eclesiales: Órdenes, Congregaciones, Institutos, Asociaciones de Fieles, etc.

Todas acometieron la renovación de sus Reglas y Constituciones.

La Tercera Orden Franciscana no fue indiferente a esta necesidad. Y en un proceso largo, en tiempo y en fondo, renovó su Regla y Constituciones. La historia de la Orden, nos muestra la variedad y riqueza de las distintas Reglas. Inicialmente se acepta como exhortación de vida la “Carta a los fieles”, en sus dos redacciones; se considera como una norma de vida dada por Francisco a todos los fieles, en particular a los hermanos “penitentes”. La Iglesia, por mediación del Cardenal Hugolino, publicó una Regla común para todos los grupos de “penitentes” que Francisco quiso que sus hermanos seglares aceptaran como propia. Es el Memoriale Propositi de 1221.

- El Papa Nicolás IV, franciscano, con la Bula Supra Montem, publicó una nueva regla en 1289; más bien es la oficialización definitiva del Memoriale Propositi.

- El Papa León XIII, terciario franciscano, publicó la Regla en 1883, con la Bula “Misericors Dei Filius”, casi 600 años después de la anterior.

- La finalidad de las distintas Reglas es recoger el carisma, la intuición de Francisco, que no siempre se percibe de la misma manera. De ahí esa necesidad de actualización de la Regla.

El gran problema al proponerse redactar una nueva Regla es fusionar los dos grandes principios de la renovación conciliar:

· La fidelidad al carisma original

· La adaptación a la situación presente.

La fidelidad a los orígenes se garantizó con la celebración de dos congresos de estudios franciscanos sobre: “La Orden de Penitencia” y “Los hermanos penitentes de San Francisco”.

Y la adaptación al momento, siendo fieles a las líneas y al espíritu del Concilio.

Fruto de un muy intenso trabajo resultó la Regla y Constituciones actuales.

La Regla fue aprobada y confirmada por el Papa San Pablo VI el 24 de junio de 1978, con la carta apostólica “Seraphicus Patriarcha”.

Las nuevas Constituciones Generales fueron aprobadas por Decreto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA), el día 8 de diciembre de 2000.

La nueva Regla y Constituciones, conllevaban cambios sustanciales de:

Nombre, contenido, forma de gobierno y misión.

NOMBRE.

El cambio de nombre de “Tercera Orden Franciscana” (TOF) a “Orden Franciscana Seglar” (OFS), no es una decisión caprichosa, sino expresión del cambio sustancial de la Orden. A su vez con el cambio de nombre:

- Se evita la jerarquización dentro de la Familia Franciscana.

- Y se acentúa la secularidad como campo propio de la misión.

PENSAMIENTO.

La nueva Regla y Constituciones proponen un nuevo modelo de vida:

· Retorno a lo esencial:

- El bautismo como fundamento de todo

- Compromiso en el seguimiento de Cristo

- Fidelidad a la Iglesia

- Oración litúrgica

- Espiritualidad bíblica

. Primacía de la secularidad

- Encarnar el evangelio en cada situación de la vida

- Valorar la vida cristiana en el mundo

· Importancia de la Fraternidad

- La vida fraterna, base del franciscanismo

- La fraternidad extensible a todo ser viviente

GOBIERNO.

La nueva Regla y Constituciones cambian la forma de gobernar la Orden.

- Valora la Fraternidad nacional, regional e internacional

- Asume una organización jerárquica y autónoma

- Define su Interdependencia y Autonomía

MISIÓN.

- Se pasa de una misión familiar y fraterna a una universal.

- Promoción de la justicia y la paz en el mundo externo.

- Equilibrio ecológico con el mundo externo.

Por todo ello se considera que no es algo banal el cambio de nombre en la Orden. Es debido a una identificación nueva con una forma de ser diferente en el mundo y sociedad de hoy,

Se nos ofrecen los recursos necesarios para lograr el objetivo de la vida

Ser hermano menor de todos.

 

- ARTICLE ESCRIT PER FRA JULIÁN PASCUAL, OFMCONV.
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SECULAR DE CATALUNYA.
ANY 27 – NOVEMBRE 2022 - NÚM. 260.

"Formación" (2).

 FORMACIÓN 


Francisco Javier Conejo Salvador, OFS

  

Al comienzo de curso me gustaría compartir con los hermanos:
Fraternidad desde nuestra Regla y Constituciones
(Basado en la ponencia de Emanuela De Nuncio en el capítulo General de Hungría)

 

“Vivir el evangelio en comunión fraterna”. Tal vez deberíamos reflexionar con mayor frecuencia y más atentamente la definición contenida en el art. 3.3 de las CC.GG. “La vocación a la OFS es una llamada a vivir el Evangelio, en comunión fraterna. Con este fin, los miembros de la OFS se reúnen en comunidades eclesiales, que se llaman Fraternidades” y, a su vez, las Fraternidades son células reagrupadas en una unión orgánica, es decir, la gran familia espiritual de la OFS, extendida por todo el mundo.

Hay dos palabras que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de hablar de Fraternidad en la OFS: Sentido de pertenencia y corresponsabilidad.

Por eso, en referencia a la identidad/pertenencia, debemos subrayar el sentido de comunión y de corresponsabilidad. Las CC.GG. lo afirma con fuerza en el art. 30.1: “Los hermanos son corresponsables de la vida de la Fraternidad a la que pertenecen y de la OFS como unión orgánica de todas las Fraternidades extendidas por el mundo.” Se trata de una comunión fraterna, de fe y de amor, que tiene necesidad de ser alimentada por la oración recíproca y por el conocimiento mutuo. Todos conocemos de memoria la definición de Fraternidad local contenida en el art. 22 de la Regla: “primera célula de toda la Orden… signo visible de la Iglesia… comunidad de amor…” Donde desarrollamos nuestra vocación de franciscanos seglares.

Para explicitar estas afirmaciones básicas, las Constituciones Generales en el art. 30.2 precisan como debe ser vivida la pertenencia a la Fraternidad: “El sentido de corresponsabilidad de los miembros exige la presencia personal, el testimonio, la oración, la colaboración activa, según las posibilidades de cada uno y los eventuales compromisos para la animación de la Fraternidad”. Para no hacer discursos teóricos, creo que es importante que nos detengamos y “desmenucemos” las “exigencias” de la corresponsabilidad. Así pues, veamos:

1. la presencia personal, o sea la participación frecuente (¡no opcional!) a los encuentros de la Fraternidad, que no pueden ser más las famosas “reuniones mensuales”, sino más bien “encuentros frecuentes”, organizados por el Consejo para estimular a cada uno a la vida de fraternidad y para un crecimiento de vida franciscana y eclesial (Regla n. 24);

2. el testimonio, de vida evangélica y de vida fraterna, incluso como medio de promoción vocacional (Regla n. 23 y C.C. G.G. art.37.3);

3. la oración, que es el alma de esta “comunidad de amor” (Regla n. 8);

4. la colaboración activa, de todos y de cada uno, para el buen funcionamiento de la Fraternidad, para el desarrollo dinámico y participativo de las reuniones, para la realización de sus iniciativas caritativas y de apostolado (C.C. G.G. art. 53.3);

5. los eventuales compromisos en la animación de la Fraternidad, en particular, cuando uno se convierte en candidato para tal o cual oficio/servicio (C.C. G.G. art. 31.4);

6. la contribución económica, en la medida de las posibilidades de cada miembro (C.C. G.G. art. 30.3), para proporcionar los medios financieros necesarios para la vida de la Fraternidad y para sus obras de culto, de apostolado y caritativas.

Con todo, con esto no basta: la corresponsabilidad compromete a todos los miembros a hacerse cargo del “bienestar” humano y espiritual de cada uno de los hermanos (CC. GG. art. 42.4): ninguno debe ser dejado solo frente a sus problemas y a sus dificultades, sino que en la Fraternidad debe encontrar ayuda (incluso material), apoyo, alivio.

En sustancia, vivir y obrar hoy en la Fraternidad quiere decir tomar conciencia de algunos puntos firmes, como: el encuentro con el hermano en su situación concreta, el acompañamiento de su crecimiento humano, la experiencia de oración en sus diversas formas, la educación en el compromiso por la construcción del Reino y un grado de pertenencia eclesial que haga percibir el sentido de la meta global: el crecimiento y la realización del hombre nuevo en Cristo (Reg. OFS n. 14).

La fraternidad nace cuando se pasa del yo al nosotros. Pero el “nosotros” no nace sencillamente del dato de realidad que me dice que además del yo existen otras personas. Para que se dé el “nosotros” debo aprender a perderme y encontrarme en otros. Este dinamismo difícil necesita el aprendizaje de la convivencia, de la coexistencia, del compartir y el convivir. Todo esto se hace con respeto, escucha, diálogo, amor…

En la OFS tenemos un sentido muy peculiar, muy personal de nuestra fraternidad. No la concebimos como un grupo de amistad, ni como un equipo de trabajo, ni como una comunidad religiosa presidida por un representante de Dios, sino como una familia de hermanos, en la que cada uno puede ser él mismo y manifiesta confiadamente el uno al otro sus necesidades. Lo más importante para nosotros es la calidad de nuestras relaciones interpersonales.

Un papel muy importante es la dimensión afectiva de nuestra fraternidad. El cariño mutuo, comprensión, acogida, la vida en común… Nuestro peligro es el individualismo, el sentirnos “no pobres”, no necesitados.

No hay fraternidades idílicas. Todo lo expuesto es el fin al que tenemos que llegar; pero tenemos que tener presente que partimos de fraternidades formadas por personas, por humanos, con nuestras miserias humanas: egoísmos, envidias, individualidades… En nuestras fraternidades existe el conflicto: hermanos que no quieren dejar el servicio que ha estado prestando, fraternidades que no hay hermanos que quieren coger la responsabilidad de los oficios de la fraternidad, la rutina, perfiles psicológicos complejos de algunos hermanos… Se tiene que afrontar los conflictos de la fraternidad con amor fraterno y con diálogo fraterno.
El Consejo entre otras competencias tienen: “establecer un diálogo fraterno con los miembros que se hallan en dificultades particulares y adoptar las determinaciones oportunas; decidir la suspensión de un miembro de la Fraternidad” (CCGG 50). Siempre con el fin de proteger a la Fraternidad.

Francisco no piensa una fraternidad proyectando un idealismo utópico sin conflictos. Una fraternidad idealizada genera vocaciones idealizadas, vocaciones que no aguantan el conflicto. Y hemos de aprender a vivir, convivir y superar el conflicto en fraternidad. El conflicto existe porque como personas que formamos nuestras fraternidades tenemos nuestras miserias humanas: envidias, egoísmos.

 

La pluripertenencia.

Uno de los mayores obstáculos que se interponen a la corresponsabilidad es la que convencionalmente llamamos “pluripertenencia”, es decir, la tendencia de algunos franciscanos seglares a adherirse a una multiplicidad de grupos y asociaciones eclesiales. No hay que olvidar que “La vocación a la OFS es una vocación específica, que informa la vida y la acción apostólica de sus miembros” (CC. GG. Art. 1). Cuando el franciscano seglar está inserto también en otras asociaciones, la inspiración franciscana, que debería impregnar su vida entera, en cada expresión y manifestación, se diluye en la mezcla con otras espiritualidades. Además, los compromisos se suman y se superponen, impidiendo la puntual observancia de las obligaciones que derivan de la vida de Fraternidad.

  

- ARTICLE ESCRIT PER FRANCISCO JAVIER CONEJO, OFS,
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SECULAR DE CATALUNYA.
ANY 27 – OCTUBRE 2022 - NÚM. 259.

 

LA RECÍPROCA COMUNIÓN VITAL.

LA RECÍPROCA COMUNIÓN VITAL

 

Fra Julián Pascual, ofmconv

 

La actual Regla de la OFS dice: “De formas y maneras diferentes, pero en recíproca comunión vital, todos intenten hacer presente, en la vida y en la misión de la Iglesia, el carisma de San Francisco, el Padre de todos” (Regla ofs, 1).

El “todos” se refiere a los componentes de la Familia Franciscana: laicos, religiosos/as y sacerdotes que sienten la llamada a seguir a Cristo, tras las huellas de Francisco de Asís.

Y “formas y maneras diferentes” se refiere a la peculiaridad de cada una de las Órdenes: itinerancia apostólica (1ª Orden), contemplación (2ª Orden) y secularidad (3ª Orden).

Las Constituciones OFS singularizan en los Ministros este deber: “ser signo visible y efectivo de la comunión y reciprocidad vital entre la OFS y la 1ª Orden y la TOR” (cf. CCGG 79, 2c)

A esta recíproca comunión vital nos vamos a referir:

Etimológicamente: “recíproca” sería el enriquecimiento mutuo en el dar y recibir; “comunión” como algo permanente, del pasado, del presente y del futuro; “vital” que afecta a la vida.

Un primer signo de esta recíproca comunión vital sería: evitar la connotación de superioridad o prioridad en la terminología 1ª, 2ª y 3ª Orden. De hecho no se corresponde ni con la cronología y con la graduación de calidad.

Tradicionalmente se ha pensado que 1ª, 2ª y 3ª Orden correspondían a la calidad o graduación social, como si hubiera franciscanos de 1ª, de 2ª o de 3ª clase. O que la calificación de 1ª, 2ª y 3ª, respondiera al orden cronológico de fundación. Y no es así.

San Francisco no sólo es el padre y fundador de la 3ª Orden, sino que él mismo perteneció primero a ella.

En tiempos de San Francisco abundaban los grupos de “penitentes”, que eran los seguidores de los pecadores arrepentidos, conversos o penitentes de los primeros siglos de la Iglesia.

Francisco y sus primeros compañeros pertenecen a uno de estos grupos. Y se llaman a sí mismos los “Penitentes de Asís”.

De este grupo de penitentes, una mayoría se orientó a la secularidad (franciscanos seglares o 3ª Orden) y una minoría a la vida religiosa (1ª y 2ª Orden). Antes de la aprobación de estas dos Órdenes, ya existían los “penitentes de Asís” (franciscanos seglares).

Y un segundo signo sería valorar más la secularidad como carácter propio y peculiar de los laicos.

A ellos corresponde por propia vocación tratar de obtener el Reino de Dios, gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios. Viven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social.

Las Constituciones lo recogen así. “la índole secular, caracteriza la espiritualidad y la vida apostólica de los miembros de la OFS” (CCGG Art3,1).

La visión y modo de pensar secular y laical del franciscano seglar se conjuga perfectamente con la itinerancia apostólica de los frailes menores. Son modos de vida complementarios y que recíprocamente se comunican vida.

Aprendamos a crecer y vivir en recíproca comunión vital.



- ARTICLE ESCRIT PER FRA JULIÁN PASCUAL, OFMCONV.
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SECULAR DE CATALUNYA.
ANY 27 – OCTUBRE 2022 - NÚM. 259. 

"Formación" (1).

FORMACIÓN.

                                                                                    Francisco Javier Conejo, ofs

 

La palabra formación viene del latín forma (figura, imagen). “Forma-ción”: el sufijo latino -ción indica acción y efecto, así, formación es la acción y efecto de formar.

La formación es acción que da forma. La palabra forma implica un sentido de armonía, belleza, en consecuencia, formar y formación significan dar forma a lo que no lo tiene o a lo que no está bien y debe ser mejorado o perfeccionado. La misma palabra forma nos hace pensar en la expresión forma de vida. Y en nuestro caso, franciscanos seglares es formar en la vida evangélica en comunión fraterna.

Los candidatos que vienen, cristianos, en principio ya tienen el ideal de vivir el Evangelio. El ser franciscano Seglar, además de vivir el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, es vivirlo al estilo de San Francisco y en Fraternidad.

Art. 3.3 de las CC.GG.: “La vocación a la OFS es una llamada a vivir el Evangelio en comunión fraterna. Con este fin, los miembros de la OFS se reúnen en comunidades eclesiales, que se llaman Fraternidades”.

Entrar en una “forma de vida” como la franciscana seglar no es una opción más. Es el resultado de una preciosa llamada de Dios a ser tales para una finalidad bien precisa. Llegar a ser Franciscanos Seglares es, y debe ser, sólo el fruto de una auténtica vocación. A ella se corresponde una misión precisa, en comunión con toda la Familia franciscana, que es sostenida por el mismo carisma de Francisco que nos capacita para cumplir su misma misión en nuestro estado de seglares.

Es necesario redescubrir y vivir esta dimensión para que la Orden viva enteramente de la gracia de la vocación en todos y cada uno de sus miembros.

El proceso de discernimiento vocacional pasa por momentos dolorosos. Cuando el Señor llama nos saca de nuestra zona de confort y solemos responder a la llamada con evasivas o con excusas. A lo largo de la historia de salvación le ha pasado a muchos profetas: Jeremías: “Señor que soy muy joven”; Moisés: “Señor que no sé hablar delante del faraón”. A veces no queremos oír la voz de Dios como Jonás: “La Palabra de Yavé fue dirigida a Jonás, hijo de Amittay, en estos términos: levántate, vete a la ciudad de Nínive, la ciudad grande, pero fue para huir a Tarsis, lejos de la presencia de Yavé (Jonás 1,1-3) finalmente Jonás fue a predicar a Nínive, después del famoso pasaje de la ballena, en la que estuvo tres días. Quizás el pasaje que mejor refleja cómo se manifiesta Dios es cuando Dios se le manifiesta a Moisés a través de zarza ardiendo: Cuando Moisés le dice ¿Quién eres? Él le dice “yo soy el que soy”. Dios le pide que se descalce porque, la tierra que pisa es tierra sagrada. Cuando entramos en el ámbito de Dios, tenemos que salir de nuestras seguridades y ponernos en las manos de Dios. Y esto es un proceso. No es fácil.

El Papa Francisco, en su exhortación apostólica Gaudete et Exultate nos dice acerca del discernimiento: “…el discernimiento espiritual no excluye los aportes de sabidurías humanas, existenciales, psicológicas, sociológicas o morales. Pero las trasciende. Ni siquiera le bastan las sabias normas de la Iglesia. Recordemos siempre que el discernimiento es una gracia. Aunque incluya la razón y la prudencia, las supera, porque se trata de entrever el misterio del proyecto único e irrepetible que Dios tiene para cada uno y que realiza en medio de los más variados contextos y límites. No está en juego solo el bienestar temporal, ni la satisfacción de hacer algo útil, ni siquiera el deseo de tener la conciencia tranquila. Están en juego el sentido de mi vida ante el Padre que me conoce y me ama, el verdadero para qué de mi existencia que nadie conoce mejor que él. El discernimiento, en definitiva, conduce a la fuente misma de la vida que no muere, es decir, conocer al Padre, el único Dios verdadero, y al que ha enviado: Jesucristo. No requiere de capacidades especiales ni está reservado a los más inteligentes o instruidos, y el Padre se manifiesta con gusto a los humildes.”

La vocación a la Orden Franciscana Seglar es una vocación específica. Y los que sientan una llamada, o les atraiga la Orden Franciscana Seglar, han de pasar por el proceso del discernimiento vocacional.

En este proceso tenemos que tener presente, como nos indica el artículo 37,2 “…que el Espíritu Santo es el principal agente de la formación, y atentos siempre a colaborar con Él, los responsables de la formación son: el propio candidato, la Fraternidad entera, el Consejo con el Ministro, el Maestro de formación y el Asistente”.



- ARTICLE ESCRIT PER FRANCISCO JAVIER CONEJO, OFS,
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SECULAR DE CATALUNYA.
ANY 27 – SETEMBRE 2022 - NÚM. 258. 

COMENCEMOS, HERMANOS.

 COMENCEMOS, HERMANOS                    

 

Fra Julián Pascual, ofmConv.

Leemos en Celano: “Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hasta ahora hemos adelantado. No pensaba haber llegado aún a la meta, y, permaneciendo firme en el propósito de santa renovación, estaba siempre dispuesto a comenzar nuevamente. Le hubiera gustado volver a servir a los leprosos y padecer desprecios como en tiempos pasados” (1C 103).

Francisco, ya muy enfermo, desafía su debilidad, soñando cosas más perfectas y pensando en nuevas batallas. Anhela poder volver al inicio de su vida de conversión, vida de humidad y servicio.

Hay en él un deseo de renovación continua, como si comenzara de nuevo.

Fundamentalmente nos muestra dos ideales:

- Valoración del pasado: servir a los leprosos y padecer desprecios, viendo en ello lo eterno, lo verdadero, lo auténtico.

- Propósito de santa renovación, visión de futuro: todo lo grande está por vivirse y hacerse. El texto de Celano es la conclusión de quien hasta el final de su vida piensa en recomenzar a vivir.

Pero es también el inicio de un nuevo proyecto de vida.

Toca la fibra sensible de ser humano ante las infinitas posibilidades de la vida.

El texto refleja un compendio de pasado-presente-futuro:

Pasado: volver a servir… y padecer desprecios.

Presente: no haber llegado aún a la meta.

Futuro: escaso o poco es lo que hemos adelantado.

Es decir: nuestra vida está siempre por hacerse; se va haciendo en la medida en que nos acercamos; se realiza al llegar a la meta del final de la vida.

El “comencemos, hermanos” es estar siempre abiertos a las posibilidades de la vida, a recomenzar continuamente nuestra vida.

Nos viene muy bien esta advertencia de San Francisco al comenzar un nuevo año pastoral.

Está en nuestras manos la realización de la utopía franciscana, que soñó Francisco de Asís.

 

- ARTICLE ESCRIT PER FRA JULIAN PASCUAL, OFMCONV.,
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SECULAR DE CATALUNYA.
ANY 27 – SETEMBRE 2022 - NÚM. 258.

 

 

Pinceladas Sobre la Naturaleza de la OFS.

 FORMACIÓN

Pinceladas Sobre la Naturaleza de la Orden Franciscana Secular.

Francisco Javier Conejo, ofs



 

La OFS desde su origen, es un grupo de Christifideles laici evangélicamente comprometidos en la propia condición de vida secular para una respuesta en plenitud a la llamada a seguir a Cristo humilde, pobre y crucificado, como Francisco. Ésta forma parte integrante y constitutiva de la Trilogía Franciscana fundada por san Francisco y orientada a la misión apostólica confiada a él por Cristo.

La misión de los Franciscanos Seglares junto a los hermanos y a las hermanas de la Primera y de la segunda Orden, se resume en el mandato del crucifijo a Francisco de reparar su casa que es la Iglesia, Cuerpo de Cristo, en toda su expresión, a fin de poder cumplir la misión de salvación anunciando la conversión y el anuncio del Evangelio a toda Criatura.

Los Franciscanos Seglares, aun no siendo “religiosos” en sentido estricto, se comprometen mediante una verdadera y propia Profesión “religiosa” a testimoniar la novedad salvífica del evangelio asociándose al apostolado de los hermanos de la Primera Orden y a la contemplación de las hermanas Clarisas. La Profesión, verdadera y propia consagración, perpetua, pública y solemne, constituye para los Franciscanos Seglares un compromiso que marca y abarca toda la vida y los constituye como laicos consagrados para el Reino (cfr… me consagro al servicio de su Reino… Fórmula Profesión).

La OFS es en la Iglesia, una Asociación Pública de fieles de carácter universal constituida por fieles y erigida como persona jurídica por el Sumo Pontífice de quien ha tenido la aprobación de la Regla y la confirmación de su misión en la Iglesia y en el mundo.

La OFS goza del privilegio de estar asistida pastoral y espiritualmente por sus hermanos de la Primera Orden y de la TOR antes que de los obispos.

La OFS es autónoma (tiene su propia ley) y unitaria, vive en plenitud su secularidad para servir en plenitud a la misión común de la Familia Franciscana. Estas tres realidades, la autonomía, la unidad y la secularidad son características esenciales y elementos constitutivos de la misma naturaleza de la OFS.

Su naturaleza específica aunque no se puede enmarcar en una tercera orden, según la norma CDC, nos pone (como las terceras ordenes) bajo la jurisdicción de la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica (para la vida y disciplina interna) y bajo la del Pontificio Consejo para los laicos (para la actividad apostólica).

La OFS no es una “simple” tercera orden ni una “simple” asociación pública de fieles. Su naturaleza se aclara completamente en su génesis fundacional, en su historia y en su legislación. La OFS es, y será siempre “La Tercera Orden Franciscana”, la misma de siempre en ininterrumpida continuidad con aquella fundada por San Francisco. La nueva definición normativa de "tercera", no le ha cambiado la naturaleza.

La OFS tiene una estructura de régimen centralizado y ha tomado conciencia de ser una única Fraternidad de carácter estructural, superando las divisiones verificadas en el ámbito de la Primera Orden. Esta conciencia debe crecer y llegar hasta las más remotas Fraternidades locales para adquirir el necesario sentido de pertenencia sin el cual entrar en una orden no tiene sentido.

La Profesión incorpora la persona individual a toda la Orden y no solo a una fraternidad local. Sólo el convencimiento de nuestra pertenencia a toda la orden se puede realizar plenamente nuestra vocación a la fraternidad y hacer presente el carisma de san Francisco, singularmente y como orden en su conjunto, en la vida y en la misma Iglesia.

La naturaleza de la autoridad en la Orden se entienden siempre según el espíritu de los dos verbos que se repiten en nuestra Regla y Constituciones: animar y guiar. No mandar y prescribir.

Los órganos de gobiernos regionales, nacionales e internacionales, son órganos de conexión y coordinación. Son estructuras de garantía y de servicio que, como finalidad propia tienen la de servir, unir y coordinar y, siempre animar y guiar. El conocimiento y la profunda reflexión de la naturaleza de la OFS debe nutrir el “ser” de los Franciscanos Seculares, darles el conocimiento de la grandeza de la propia vocación, de la misión recibida y del carisma extraordinario del que son portadores junto a los otros hermanos y hermanas de la familia franciscana.

(De la Naturaleza de la Orden Franciscana Seglar, por Benedetto Lino. OFS)

 

- ARTICLE ESCRIT PER FRANCISCO JAVIER CONEJO, OFS,
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SECULAR DE CATALUNYA.
ANY 27 – JULIOL 2022 - NÚM. 257.