DESDE EL CORAZÓN DE LA BIBLIA.
PARA LA REFLEXION PERSONAL.
De José Antonio Pagola, de "Grupos de Jesús".
"Id a Galilea"
Francisco Javier Conejo Salvador, OFS
1 Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para perfumar el cuerpo de Jesús.
2 Y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol,
3 diciéndose unas a otras:
–¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?
4 Pero al mirar vieron que la gran piedra que tapaba la entrada no estaba en su sitio.
5 Y al entrar en el sepulcro vieron, sentado al lado derecho, a un joven vestido con una túnica blanca. Las mujeres se asustaron,
6 pero él les dijo:
–No os asustéis. Estáis buscando a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Mirad el lugar donde lo pusieron.
7 Id y decid a sus discípulos y a Pedro: ‘Él va a ir a Galilea antes que vosotros. Allí le veréis, tal como os dijo.
Este
relato es de una importancia excepcional. No sólo anuncia la Buena noticia de
que el crucificado ha sido resucitado por Dios. Además, Marcos explica a los
lectores que quieran encontrarse con él el camino que han de recorrer para
verlo y seguirlo.
El
enviado de Dios les anuncia directamente su mensaje: “¿Buscáis a Jesús de
Nazaret, el crucificado?“. Es un error buscarlo en el mundo de la muerte.
Jesús no es un difunto más. Está vivo para siempre. El Crucificado está vivo.
El Padre lo ha resucitado.
El
joven, que se aparece a las mujeres, desea confiar un encargo a las tres
mujeres tan fieles a Jesús. Han de salir de aquel lugar de muerte para
comunicar a “los discípulos y a Pedro” algo sumamente importante. El mensaje es
para todos los discípulos, también para Pedro, el discípulo que ha renegado de
Jesús. El mensaje es este: “Él va delante de vosotros a Galilea; allí lo
veréis, tal como os dijo”. Sin duda, el mensaje encierra un sentido más
profundo más profundo que el meramente geográfico. ¿Por qué hay que ir a
Galilea?
En
Galilea se escuchó, por vez primera y en toda su pureza, la Buena Noticia de
Dios y el proyecto humanizador del Padre. Si no volvemos a escucharlo hoy con
corazón sencillo y abierto, nos alimentaremos de tradiciones y doctrinas
venerables, pero no conoceremos la alegría del Evangelio, capaz de “resucitar”
nuestra vida.
A
orillas del lago de Galilea empezó Jesús a llamar a sus primeros seguidores y
seguidoras para enseñarles a vivir con su estilo de vida y colaborar con él en
la gran tarea de hacer la vida más humana. Hoy Jesús sigue llamando.
Por los
caminos de Galilea se fue gestando la primera comunidad de seguidores de Jesús.
Junto a él vivieron una experiencia única. Con el fueron aprendiendo a vivir
acogiendo, perdonando, aliviando el sufrimiento, curando la vida y despertando
la confianza de todos en el amor insondable de Dios.
Ir a Galilea tras el Resucitado es vivir siempre caminando. No nos podemos detener, no podemos vivir mirando al pasado, pues el Resucitado “va por delante”. Los discípulos de Jesús no somos solo miembros de una gran institución religiosa; somos seguidores del Resucitado. Él va también hoy “delante de nosotros”.
- ¿Qué
es para mí creer en la Resurrección de Jesús? ¿Qué es para mí experimentar que
Cristo vive en mí?
- ¿Dónde
busco yo a Cristo Resucitado? ¿En el mundo de la muerte o en el mundo de la
vida?
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SECULAR DE CATALUNYA.
ANY 30 – ABRIL 2025 - NÚM. 286