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Desde mi rincón.



TEOLOGÍA ESPIRITUAL.

Francisco Xavier Conejo, ofs



Hace unos días leí: ¿El Cielo puede esperar?, de Joaquín Menacho Solá-Morales, profesor asociado IQS y miembro del grupo Laboratorio de Análisis y crítica social. Fue responsable del aérea social de cristianismo i justicia. Es miembro del equipo de cristianismo i justicia.

El texto se puede encontrar en el cuaderno de cristianismo y justicia 119. (Por Google se puede encontrar: https://www.cristianismeijusticia.net/es/el-cielo-puede-esperar)

El texto tiene cuatro apartados: I) El cielo no puede esperar; II) El cielo no ha esperado; III) El cielo ha de esperar; IV) En el corazón del cielo.

El autor en el último punto: “En el corazón del cielo” nos muestra el cielo como un gran banquete en que lo importante no es lo que hay en la mesa, sino la iniciativa de alguien generoso que invita a sus amigos y sobre todo los que están sentados a la mesa y lo que nos une. Un banquete a la que se sienta toda la humanidad, toda la Creación, convocados por el Amor que los creó y los ha conducido hasta allí.

El cielo, después de leer el texto, podemos decir que es, como la vida en plenitud del Reino de Dios, más allá de nuestra historia, del espacio y del tiempo en el que vivimos nuestra vida biológica y su relación con nuestra tierra. Al fin y al cabo, preguntarse por el cielo no es otra cosa que preguntarse por el sentido y el destino último de todo esto que conocemos.

Y en este sentido podemos decir: dime qué cielo esperas y te diré qué Tierra construyes. Si la forma de entender el cielo marca nuestra forma de estar en la Tierra vale la pena a pararse a pensar cuál es la idea de “nuestro cielo”.

Si la idea de “nuestro cielo” coincide con el que nos presenta el autor, un banquete donde se sientan hermanos, Hijos de un mismo Padre, nuestra vida, aquí y ahora tiene que ser la de vivir como hermanos, donde nos preocupemos por las necesidades, problemas y sufrimientos de nuestros hermanos.

En la fe cristiana, lo significativo no es solamente el hecho de creer en el cielo, sino cómo se cree en él. Seguramente es tan importante qué imagen tenemos de ese cielo y su relación con nosotros, como el hecho de que exista.



- ARTICLE ESCRIT PER FRANCISCO XAVIER CONEJO, OFS.
PUBLICAT AL BUTLLETÍ DE L’ORDE FRANCISCÀ SEGLAR DE CATALUNYA. 
ANY 24 – 20 GENER 2019 - NÚM. 218.