El
Domingo 20 de Noviembre nos reunimos la Fraternidad de Granollers
para celebrar la patrona de la Orden Franciscana Seglar. Nos
acompañaron los frailes de la primera Orden, así como miembros de
los distintos grupos de la Parroquia y con la agradable sorpresa de
los jóvenes que se están preparando para la confirmación.
Comenzamos
con el saludo de nuestro ministro: Josep Mª García y de nuestro
asistente: Fr. Gonzalo.
Seguimos
con una Oración utilizando los materiales que nos mandaron la
Comisión Nacional de Formación y que llevaba el lema: Derribando
el muro de la indiferencia.
De
la oración destacar la dinámica: Después de unos momentos de
silencio en el que teníamos que reflexionar “qué muros tengo que
derribar yo y la fraternidad”, poníamos una vela, cogiendo un
pequeño ladrillo, de un mismo muro y se compartía lo que cada uno
quiere derribar.
También
en la misma oración se hizo el rito de iniciación al camino de
formación de: Dolors y José (Joana no pudo estar).
Los
hermanos profesos renovamos nuestro compromiso evangélico.
Después
de la oración el testimonio de Susi. Un testimonio muy emotivo.
Tenemos que aprender a dejarnos poner y llevar en las manos de Dios,
abandonándonos en ellas, saliendo de nuestras seguridades. Cómo
Dios a través de nuestras limitaciones y dificultades sigue contando
con nosotros, sólo falta que uno quiera. Susi explicó que se ha
quedado sin piernas, a cambio Dios le ha dado alas. Al acabar su
testimonio, fueron muchos los hermanos que le agradecieron todo lo
que hace.
Participamos
de la Eucaristía. Después compartimos una comida fraterna. Rifaron
varias cosas: un cuadro pintado por nuestra hermana María, la
oración de san Francisco hecha manualmente por nuestra hermana
Wioleta y unos pañuelos donados por otra hermana. En la sobremesa se
felicitó a los hermanos Susi, Mª Angeles y Javi que celebraban 20
años de su profesión en la Orden Franciscana Seglar. Rememoramos el
momento viendo el video de la celebración de sus votos. Y rendimos
un emotivo homenaje a los hermanos que partieron para el Padre.
Revivimos aquellos teatrillos que se hacían y pudimos recordarlos
de una manera muy simpática y con mucho cariño a estos hermanos que
no están con nosotros.