Retiro
Cuaresmal en la fraternidad de Clarisas de Vilobí de la OFS de
Granollers
A
las 10:00 de la mañana hacíamos acto de presencia en la Fraternidad
de las Clarisas de Vilobí y fuimos acogidos con mucho amor y cariño.
Nuestras hermanas Clarisas nos ofrecieron un refrigerio.
Después nos unimos a la Eucaristía, donde cabe resaltar algunas reflexiones que nos hizo
el padre jesuita que presidió la Eucaristía:
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De la primera lectura: Lectura del libro del Éxodo 3, 1-8a 13-15
Dios
es el que es, un Dios de los que se fían y confían como lo hicieron
Abrahán, Isaac, Jacob.
Es
un Dios que tiene sentimientos y escucha las quejas de su pueblo, sus
sufrimientos, al igual que ahora escucha el lamento de tantos
refugiados, el lamento de tantas familias que lo pasan mal, de tantos
inmigrantes que pierden su vida en el mediterráneo…
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En la segunda lectura: Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 1-6. 10-12. Nos resalta que la roca es Cristo, el que da de beber y de comer al Pueblo de Israel, el que nos da el alimento de la vida.
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Y en el Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9. La higuera en la Biblia, a veces representa a Israel, pero hoy representa a cada uno de nosotros y el pagés es Dios donde manifiesta su infinita paciencia, donde nos cuida, nos “cava” para quedemos fruto.
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Pasamos
después al retiro dirigido por la Hna Clara: La Misericordia.
Primeramente
nos sitúo viendo el significado de la Misericordia:
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Hen: inclinarse con bondad, ternura hacia la persona débil, más vulnerable
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Hessed: Mirar con amor, fijar los ojos para ver con respeto y sensibilidad.
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Rahamin: en sí mismo, desde el yo más profundo, en contra de la superficialidad. El amor materno de Dios.
La
Globalización no vale para la Misericordia, porque la Misericordia
tiene en cuenta la singularidad de la persona.
Después
nos presentó la parábola de la mujer, que estando en Betania, en
casa de Simón, el leproso al que Jesús había curado, la mujer
rompe el frasco de perfume y los invitados empiezan a murmurar porque
ese dinero se podía haber gastado para los pobres. Marcos
14,3-9. Y
profundiza en la parábola:
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Simón el leproso: invita a Jesús a su casa; esta invitación puede ser fruto de la experiencia personal que tenido con el encuentro con Jeús. Simón es pecador, ha sido curado de la lepra, pero su corazón está en proceso, Simón no es capaz de acallar las críticas de los invitados a la mujer. En los invitados nos podemos ver reflejados nosotros.
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La mujer: (protagonista del relato) Ella es consciente que en la cultura judía, ella no podía estar allí, rompe todos los esquemas. Podríamos decir que ella ha recorrido el proceso de su encuentro con Jesús. Gesto de coraje. Está conectada con su realidad y desde esa perspectiva MIRA en silencio y penetra la rea la realidad de su entorno y se INCLINA para besar la misericordia, el amor, la ternura…
Es
una mujer que da todo, no se guarda nada para ella.
¿Qué
es hacer praxis de la misericordia? Dar lo mejor de mí mismo desde
el YO ESENCIAL no desde la superficialidad. La experiencia que tiene
esta mujer con Jesús, la lleva a entregarse totalmente. Cuando el
perfume es bueno perdura en el tiempo y crea un ambiente confortable.
¿no será una metáfora? La misericordia crea satisfacción.
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Invitados: Son incapaces de mirar desde el corazón, miran desde la superficialidad. No han tenido una relación personal con Jesús, con aquel que es capaz de cambiar nuestra vida y nuestra manera de vivir.
Jesús
les muestra que hay otra manera de vivir no excluyendo sino
incluyendo; no criticando, sino actuando.
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Pobres: En el contexto de la parábola son para justificar y desviar la atención de la esencialidad del gesto de la mujer: ungir a Jesús que deja entre ver la Resurrección del Mesías.
El
tema central de esta parábola es presentarnos a Jesús como el
hombre de la Misericordia infinita dejándonos la puerta abierta para
vivir desde el amor y el perdón.
A
la mujer no se le pide la conversión. Se habla de amor. La mujer
después de una experiencia personal actúa desde y para el amor.
Es
importante hacer experiencia personal del encuentro con Jesús.
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Cada hermano coge un papel con dos obras de misericordia (corporales) y un texto bíblico y se deja tiempo para la reflexión personal.
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Después, puesta en común para compartir las experiencias de cada uno.
Y
después de la puesta en común, fuimos a compartir la mesa con una
comida riquísima, hecha con cariño y mucho amor, sobre todo, por lo
buena que estaba.
Después
de la sobre mesa y de los avisos oportunos, partimos para Barcelona y
Granollers respectivamente.
Agradecer
a los hermanos de la fraternidad su participación y a las hermanas
Clarisas su acogida.